LA TRISTE VOZ DEL
POETA
Allá por el año 2.010, existió un grupo de personas que se
reunían en un lugar con muy poca luz. Todo el recinto estaba recubierto de madera y
el ambiente que allí se respiraba era agradable y acogedor.
Conforme iban llegando, se acomodaban sentados en unos
extraños bancos de madera de tan sólo tres patas, alrededor de una gran mesa parecida a
la de los Caballeros del Rey Arturo, con la particularidad, de que ésta en vez de ser
redonda, era sencillamente de otra manera.
Una vez que todos se habían acomodado, uno de ellos, el que
parecía hacer de “Jefe",con amabilidad y simpatía, se dirigió al grupo alzando la
voz: ¡¡Cuando queráis, empezamos¡¡
Era un grupo un poco raro; su nombre era: A-Rimando y todos tenían una afición en común, a todos les gustaba escribir, incluso algunos se
habían atrevido a publicar para que todos pudieran leer.
Entre ellos había músicos, pintores, cuentistas, escritores
de relatos… pero a la gran mayoría les gustaba compartir sentimientos con sus amigos en
aquellas raras tertulias.
Entre ellos se encontraba uno muy peculiar que siempre, o
casi siempre, intentaba pasar desapercibido, pero cuando hablaba…cuando recitaba sus
poemas…, se producía excepcionalmente un silencio especial; así mismo se hacía
llamar “El Caballero Andante”
Su voz a veces tenue, en ocasiones apagada, daba lugar a
comentarios cariñosos:
Tienes que procurar hablar más fuerte –decían unos.
El Caballero Andante se sintió triste por no poder
transmitir sus sentimientos al resto del grupo y sin pensarlo dos veces, se puso manos a la obra.
Ensayó delante del espejo, puso una escoba con un sombrero a
una distancia prudencial para tratar de que su voz llegara hasta ella y así una y
otra vez ensayó hasta la saciedad,sin llegar a conseguir su propósito.
Se sintió triste y abatido y sus lágrimas de poeta
resbalaron por sus mejillas.
De pronto, la habitación donde se encontraba se iluminó y
apareció un duendecillo de color azul. –Era el duendecillo poeta azul de la voz grave.
¿Qué te sucede Caballero Andante? ¿Por qué estás triste?
Me gustaría tener una fuerte voz para poder recitar mis
poemas con energía.
No te preocupes, no te sientas abatido –le dijo el duende.
A partir de estos momentos cuando vayas a recitar, tu voz
será potente y serás la envidia de todo el grupo.
El Caballero Andante se sintió agradecido. Alzó la voz,
recitó un poema y se sintió satisfecho esperando con ansiedad el día de la reunión para
deslumbrar a sus amigos poetas y escritores con la potencia de su voz.
Recitó con seguridad, con energía y contundencia sus
hermosos versos delante de todos que, enmudecidos, no daban crédito a lo que escuchaban.
La sala se llenó de incertidumbre, oían una voz avasalladora
y arrogante a la que no estaban acostumbrados. Se miraban unos a otros sin salir de
su asombro.
Los versos dulces del poeta eran humillados por aquella voz
que no le pertenecía y el Caballero Andante, el
poeta de la voz dulce, se sintió de nuevo abatido. Había tratado de cambiar su
identidad y se había convertido en una imitación, pero pronto se dio cuenta y volvió a recitar sus hermosos versos con su voz
cálida, apagada y dulce y sus colegas del Grupo A-Rimando, escucharon con atención y lo
aplaudieron y jamás se atrevieron a darle consejos para que cambiara su forma de
recitar. La clave no estaba en que el Caballero Andante recitara más fuerte.
Ellos aprendieron
a escuchar.
Amigo Antonio, no existen máscaras para esconder el ser pues antes o después ha de salir a tomar el aire.
ResponderEliminarLo más maravilloso que la vida nos regala sin condiciones, para lo bueno o lo malo, es poder ser como somos.
Nadie debiera renegar de sí mismo. Cuando una puerta se cierra hay cientos que se abren.
Me he enrollado. Bueno, un abrazo a como somos.
Así es amigo mio. De nada sirven las máscaras. Tenemos que aprender a aceptarnos tal como somos, pero a veces, en algunas ocasiones nos dejamos influenciar por agentes exteriores y dejamos de ser como somos para convertirnos en esos personajes absurdos e irreconocibles que al cambiar o tratar de cambiar de identidad, nos ponemos esas caretas, a veces incluso irreconocibles por nosotros mismos.
ResponderEliminarAmigo Juan: me ha gustado tu comentario sobre todo cuando dices: "antes o después ha de salir a tomar el aire"
Buena metáfora.
Recibe mi abrazo sincero, también a como somos.
Muy bello escrito tenemos que se como somos
ResponderEliminarun beso corazon
Mi querido amigo Antonio.
ResponderEliminarMe ha gustado la historia, un buen ejemplo, ya hace unos días que pensaba en este solitario rinconcito, pero me dije...esperaré, Antonio pasará por aquí, cuando le sea posible.
Y por favor nunca cambies, sé tu mismo, tal como eres, sincero, noble y cariñoso, un buen amigo para tus amigos.
Y cuando me queje de algo no me hagas caso, es fruto del camino que nos toca vivir.
Un abrazo muy fuerte para Loli y para ti.
De vuestra siempre amiga.
Ambar.
Querida Luna:
ResponderEliminarGracias por pasar por este espacio y comentar.
Un beso amigo: Antonio
Querida Avelina:
ResponderEliminarDeseo que tu hermano pronto se recupere.
Gracias por este espacio y por tu hermoso y cariñoso comentario.-
Saludos de Loli.
Hola Antonio, mi buen amigo.
ResponderEliminarLas cosas van peor de lo que pensaba, estoy en casa de mi sobrino, dejando estas letras para vosotros, no nos dan esperanzas ningunas a pesar de subirlo a planta, esta muy mal, no tengo tiempo de entrar en Hotmail.
Un abrazo para Loli y para ti.
Ambar
Querida Avelina:
ResponderEliminarMis ánimos para estos momentos tan difíciles, mis deseos de serenidad y nuestro sentimiento de solidaridad y amistad para contigo.
Un fuerte abrazo: Antonio y Loli
Vengo a saludar al caballero andante, que en este rinconcito se encuentra un poco solitario.
ResponderEliminarTambién a recordarle que sea siempre tan generaso, dulce, tierno, amable...y sobre todo que siga siendo ese buen amigo para todos sus amigos, eso es muy importante.
Os quiero mucho, Loli y Antonio.
Vuestra amiga Ambar.
Querida Avelina:
ResponderEliminarGracias por tu visita a este rinconcito que siempre estará abierto para los amigos.-
Un fuerte beso: Loli y Antonio, también del pequeño Izan
Buenas noches mi caballero andante.
ResponderEliminarQue tal vuestro fin de semana, andando de la finca a la ciudad y disfrutando de Izan, aprovechan el tiempo que luego crecen y se van, cuando llegue el Bebé estareis más ocupados.
Un abrazo para Loli y para ti, besistos a Izan.
Vuestra amiga
Ambar.
Hola mi buen amigo, caballero andante, vengo a saludarte y dejarte estas letras, hasta mi regreso, siento dejarte solitario por un tiempo, al parecer tú, tambien estás entretenido con Izan y el resto de tus ocupaciones.
ResponderEliminarUn abrazo a Loli y a tí, besitos a Izan.
Vuestra siempre amiga Ambar.
Muy buena entrada. Un abrazo.
ResponderEliminarMi querido caballero andante, a nuestra derecha y a nuestra izquierda, se van, como dices en tus letras, TODOS, no iremos, quedaran nustros HECHOS en el recuerdo de quien los haya recibido y nuestra voz en letras, en el recuerdo de quien las haya podido leer.
ResponderEliminarEs posible que se sientan identificados con los sentimientos que aquí dejamos.
Un fuerte abrazo para Loli y para tí, muchos besos a Izan y al paqueñín.
Vuestra siempre amiga Ambar.
Hola mi buen amigo Antonio.
ResponderEliminarEste pobrecito poeta desde luego está triste, a pesar de que paso de vez en cuando para hacerle compañía, pero está muy solitario desde hace mucho tiempo.
Ánimo, mi triste poeta que hoy me quedo un ratito contigo.
Mientras les mando un abrazo a Loli y Antonio y besitos al pequeño Izan.
Vuestra amiga Ambar.
No sé cómo he llegado aquí, pero me alegro de haber descubierto tu blog! voy a seguir cotilleando, pero antes de despedirme quería invitarte a mi baúl por si te apetece compartir algún sueño, y por qué no, quedarte. Te espero!
ResponderEliminarHasta pronto =)